lunes, 3 de febrero de 2014

Amor cobarde

« No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento. » Milan Kundera

Una tarde, hace tiempo atrás, me enamoré de un chico en el 180. Iba sentado al ladito mío y leía "La insoportable levedad del ser". Yo estaba leyendo el mismo relato, sólo que no llevaba el libro conmigo; cuestión que consideré un colosal retraso para nuestra propia historia de amor.

La cosa es que éste adonis del transporte local era la mar de lindo, rulos castaños pequeñísimos, hermosas manos, y dueño de una poderosa concentración que no le permitía sacar sus ojos de esas páginas y mirarme, mirarnos. Pero si él estaba, quedó claro, inmerso en esas mismas letras dramáticas, eróticas y bellas de Milan, en las que yo también nadaba desnuda, entonces, estimé, lo conocía. Sabía de sus otras y muchas cualidades que yo podía valorar, bah, ¡amar!

En esa lista estaba trabajando cuando vi la esquina en que tenía que bajar; y lo abandoné, tan cobarde, dejando todo nuestro amor expuesto a la incertidumbre de causalidades y casualidades.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Una historia de amor

"Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht)."
 La insoportable levedad del ser. M. Kundera.